1. Alegando sesgo o prejuicio. Uno de los métodos más comunes que las personas usan para intentar evadir el deber de jurado es alegando sesgo o prejuicio. Al ser llamados a formar parte de un jurado, las personas pueden argumentar que tienen nociones preconcebidas o creencias personales que les impedirían ser justos e imparciales en un tribunal. Al expresar estas preocupaciones durante el proceso de selección, las personas esperan ser excusadas de formar parte del jurado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la deshonestidad o la tergiversación intencional durante la selección del jurado pueden acarrear graves consecuencias, incluyendo cargos de perjurio. 2. Demostrando dificultades económicas. Otro método que las personas pueden emplear para evadir el deber de jurado es demostrar dificultades económicas. Servir como jurado a menudo requiere que las personas se ausenten del trabajo, lo que puede resultar en la pérdida de salarios. Al proporcionar pruebas de dificultades económicas, como recibos de sueldo o una carta de un empleador, las personas pueden ser excusadas del servicio de jurado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada jurisdicción tiene sus propias directrices y requisitos para excusar a las personas por dificultades económicas. 3. Solicitud de un aplazamiento o postergación En ciertas circunstancias, las personas pueden solicitar un aplazamiento o postergación de su deber de jurado. Esto se puede hacer si alguien tiene un evento o compromiso conflictivo que no se puede reprogramar. Las razones comunes para solicitar un aplazamiento incluyen vacaciones programadas, citas médicas importantes o planes de viaje previamente hechos. Es importante contactar a la oficina de servicio de jurado lo antes posible para realizar dicha solicitud, ya que esperar hasta el último minuto puede resultar en una denegación. Si bien estas estrategias pueden funcionar para algunas personas, es importante recordar que el deber de jurado es una parte esencial del sistema legal y un componente importante de un juicio justo. Evitar este deber sin razones válidas puede tener graves consecuencias. Es crucial que las personas cumplan con sus obligaciones cívicas, ya que servir en un jurado permite que se haga justicia y defiende los principios de una sociedad democrática. En conclusión, librarse del deber de jurado no siempre es fácil, ya que hay consideraciones legales y éticas que tener en cuenta. Si bien las personas pueden intentar alegar parcialidad, demostrar dificultades económicas o solicitar un aplazamiento, es importante recordar la importancia de cumplir con este deber cívico. Formar parte de un jurado es una oportunidad para contribuir al sistema de justicia y garantizar un juicio justo para todos.